Levi Barahona es chofer de camioneta en el proyecto C20+, en la Región de Tarapacá, desde hace poco más de un año. Hoy se destaca también como Observador Conductual, rol que busca fomentar las conductas seguras en el lugar de trabajo.

Cuéntanos acerca de tu experiencia como Observador Conductual

Ha sido algo verdaderamente gratificante. Más allá de vigilar, mi intención es fomentar un hábito o una conducta de autocuidado en los equipos de trabajo. Llegar a casa sanos y salvos al finalizar la jornada laboral, debe ser la prioridad y el objetivo común de cualquier empresa.

Al pertenecer al área de Servicios Generales, la mayoría del tiempo estoy en el Centro Logístico Victoria (CLV), y veo gente nueva con mucha necesidad de orientación y capacitación. Por este motivo, me he preocupado de enseñar a levantar la mano y alzar la voz cuando hay alguna conducta de riesgo.

¿Qué te motivó a convertirte en un Observador Conductual?

Previo a C20+, estaba trabajando en el proyecto Quebrada Blanca 2 (QB2) y tuve la intención de anotarme en el programa, pero llegué tarde; el equipo ya estaba conformado. Y la primera vez que estuve en C20+, durante la construcción del CLV, me percaté de algunos actos y condiciones subestándares, así que decidí inscribirme; el grupo aún era pequeño y había espacio para alguien más.

¿Cómo fue la capacitación?

Fue excelente, precisa y concisa. Para mí, que ya tenía algo de experiencia en el rubro de la minería, y había formado parte de un Comité Paritario de Higiene y Seguridad, fue algo muy conocido.

Aprendí, por ejemplo, a enfocarme en el personal nuevo, sobre todo en aquellos que tenían poca experiencia en la industria minera. Pienso que es lo más importante, porque la gente está acostumbrada a hacer las cosas rápido, y no de la mejor manera.

¿Cuál crees que es la función más importante del Observador Conductual?

Estar presente, porque el área de Calidad, Medio Ambiente, Seguridad y Salud (CMASS) no puede estar en todas partes al mismo tiempo. Lo ideal sería que todos los colaboradores fuéramos Observadores Conductuales, porque tendríamos una mayor cultura de seguridad, donde cada persona trataría de disminuir las conductas inseguras y de promover las conductas seguras.

Como Observador Conductual, yo creo que el desafío está en seguir estando ahí y redoblar el esfuerzo de reportar. Extiendo el llamado a los demás a que adopten conductas seguras y de responsabilidad personal para nuestro resguardo y para quienes nos rodean.