La revista brasileira O Empreiteiro entrevistó a Luciana Fabri, colaboradora de Techint E&C, que compartió su experiencia en uno de los proyectos más importantes de Brasil en los últimos años y destacó la necesidad de mayor presencia femenina en el sector.

Luciana Fabri trabaja en la sede de Techint E&C en São Paulo, pero pasó dos años en uno de los proyectos más grandes de Brasil: la construcción de la plataforma P-76.

En entrevista con la revista O Empreiteiro, referente en el sector de la ingeniería, comparte su experiencia y también su deseo de contribuir para que cada vez haya más mujeres en obra.

Abajo, algunos extractos de la nota:

“La plataforma P-76 es un hito en el crecimiento del país y ya está en operación en el Campo de Buzios 3, en pré-sal, produciendo 150 mil barriles de petróleo/día y 7 millones de metros cúbicos de gas natural/día.

Pasé por las etapas en tierra, mientras se construía la plataforma en la Unidad Offshore de Techint en Pontal do Paraná y, en 2016, comencé a coordinar completamente la fase final en alta mar. Les comparto que, al ver la plataforma desde el sitio de construcción en 2018 -cuando se llevó a cabo el Sail Away-, ¡me dio una sensación de plenitud! Participar directamente en las etapas finales del contrato, como el Final Completion y el Final Acceptance, reforzaron mi sentimiento de satisfacción con el resultado.

Yo diría que una de las sutilezas del mundo de la construcción es la posibilidad de ampliar el conocimiento dentro de la industria, ya que se terminan entendiendo las diferentes áreas internas que componen una empresa, tales como: ingeniería, planificación, administración de contratos, costos, producción, calidad, puesta en servicio, operación, asistencia técnica y la garantía del producto final entregado al cliente.

Además, obligatoriamente tienes que conocer diferentes culturas y comprender cada vez más la necesidad de incorporar la diversidad en los múltiples rincones donde se construye una obra.

La mayor parte de mi experiencia la dediqué a la administración contractual de proyectos, lo que me permitió desarrollar características de negociación y acercamiento con clientes internos y externos que son parte del día a día y que permiten cerrar acuerdos justos para las partes involucradas.

¿Y cómo es la vida personal ante los cambios necesarios que requiere la vida de la construcción? La primera vez que salí de mi base que está en Curitiba para trabajar en Pontal do Paraná, me dolía el estómago, pensaba: ¿funcionará? ¿podré manejarlo? ¿y la familia? ¿y los amigos ¿y los fines de semana? Son muchas las dudas que surgen al salir de la zona de confort y migrar hacia lo desconocido, pero eso, con el tiempo, está claro que siempre lo conseguimos si nos esforzamos por triunfar. Suelo ponerme metas personales en contrapartida a los nuevos proyectos y esto reduce la ansiedad natural de la fase.

Ciertamente aparecen barreras, imprevistos que nos hacen replantearnos si vamos por el buen camino, si vale la pena el esfuerzo que requieren los cambios frecuentes. Entiendo que es parte de nuestro proceso de evolución personal y profesional.

Mi expectativa es poder contribuir aún más al desarrollo del país, construyendo y monitoreando la participación de las mujeres dentro de las obras con el respeto indispensable como en cualquier otro seguimiento de trabajo”.

Link a la nota original en portugués.