En el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería, Paula Betto, Joven Profesional de Jaguatirica II, habla sobre su carrera y las dificultades que atravesó siendo estudiante de Ingeniería Civil.

Creado por la Women's Engineering Society (WES) del Reino Unido, el Día Internacional de la Mujer en Ingeniería se celebra el 23 de junio de cada año. La fecha tiene como objetivo fortalecer el espacio que las ingenieras han ido ganando en la profesión, que hoy continúa ocupada mayoritariamente por hombres.

En esta entrevista, Paula Betto, Joven Profesional del área de Puesta en Marcha del proyecto Jaguatirica II, comparte su experiencia.

Graduada en Ingeniería Civil de la Universidad de Pernambuco en 2017, Paula dice que en el campus donde estudiaba solo había un 10% de mujeres y que era constante escuchar bromas sexistas por parte de los profesores, quienes dudaban de su capacidad y de la de sus colegas solo por ser mujeres y que la ingeniería es “cosa de hombres”. Sin embargo, contar con el soporte de su familia y una red de apoyo con otras estudiantes fue fundamental para continuar y concluir la carrera.

¿Cuáles son tus responsabilidades actuales en Jaguatirica II?

Estoy trabajando en el área de Puesta en Marcha, como responsable de subcontratos y gestionando la asistencia técnica en el sitio. Aunque mi formación en ingeniería civil y puesta en marcha no tiene definida esta disciplina, creo que una de las grandes habilidades que tiene el profesional de la ingeniería es la flexibilidad para participar en diversas áreas y aportar los conocimientos de su formación con el fin de integrarse a todos los sectores.

¿Por qué decidiste estudiar ingeniería?

Siempre pensé que era increíble poder participar en grandes proyectos y contribuir directamente al desarrollo del país y creo que la ingeniería me da eso todos los días. Ver un trabajo terminado del que formé parte es un sentimiento indescriptible y saber que generaré un impacto positivo en la vida de tantas personas es también mi motivación para continuar en este trabajo.

¿Tuviste dificultades durante la carrera por ser mujer?

Sabía que tendría dificultades que los hombres no, sólo por el hecho de ser mujer; pero tengo algunos ejemplos de ingenieras en mi familia que me apoyaron en mi decisión de comenzar la carrera. Además, conocí en la universidad a otras colegas que estaban pasando por las mismas dificultades que yo. Compartir estos problemas y crear una red de apoyo con ellas fue fundamental para continuar.

¿Alguna vez pasaste por una situación de prejuicio por ser mujer?

Mi campus en la Universidad de Pernambuco era solo de ingeniería, por lo que éramos 10% de mujeres en todo el campus. Al igual que otras colegas, escuché muchos comentarios sexistas a lo largo de mi carrera, y la mayoría de ellos no fueron por parte de compañeros sino de profesores, quienes a menudo dudaban de nuestra capacidad para aprender solo por ser mujeres. Escuché varias veces que debería hacer una “carrera más fácil”, que una mujer para ser ingeniera debe tener un padre ingeniero para heredar su empresa de construcción, como si una mujer no pudiera hacer ingeniería solo porque quiere serlo. Además de varios otros comentarios que insinúan que todas las ingenieras deben ser lesbianas, porque la ingeniería es “cosa de hombres”, lo cual es un comentario doblemente prejuicioso. Afortunadamente, nunca estuve sola, hice grandes amigos y amigas en la universidad, y estos comentarios no desviaron mi atención de seguir la carrera.

¿Cómo te sentiste cuando empezaste a trabajar en el mercado de la construcción?

Mi primera pasantía fue en 2013 y trabajé en el área de producción de un proyecto de 27 edificios residenciales. Fue una gran experiencia que me permitió comprender cómo funcionaba el día a día de un proyecto y reafirmar mi deseo de continuar con mi carrera en la construcción.

En tu opinión, ¿cómo puede beneficiarse la industria de la construcción de tener más mujeres en general?

Realmente creo en la diversidad en general, ya sea en la construcción o en cualquier otro sector. Diferentes personas traen diferentes equipajes y brindan un intercambio de experiencias entre ellos, contribuyen a la creatividad del equipo y fortalecen la innovación de la empresa. Un dato que también es muy importante para incentivar la inclusión de las mujeres en la industria de la construcción es que reciban las mismas condiciones que se les dan a los hombres, como salarios, beneficios, posibilidad de crecimiento profesional, etc. Solo así la industria se renovará y se beneficiará de la diversidad. Las mujeres somos capaces de hacer cualquier trabajo que hacen los hombres y debemos transmitir cada vez más este mensaje a las nuevas generaciones. Tenemos que luchar para que las próximas ingenieras escuchen menos comentarios machistas de los que yo recibí, así como yo escuché muchas menos “bromas” que otras ingenieras que estudiaron antes que yo.