Entre la ingeniería y el surf
Publicado 22.10.2021
Superando los estereotipos sobre los surfistas, Roberto Klaus hizo carrera en el deporte y la ingeniería, donde actualmente trabaja como proyectista.
Cuando pensamos en la ingeniería, es común asociar la profesión con oficinas cerradas, ambientes y vestimentas formales. Roberto Klaus Kolbe, de 61 años, rompe estos estereotipos. Klaus, como prefiere que le llamen, es proyectista en la sede de Techint E&C en São Paulo, Brasil, y divide su tiempo entre la ciudad y la playa de Bertioga, donde practica surf desde los 12 años.
Klaus es parte de la lista de deportistas “techineros”, como la del skater Guilherme “Gnomo”.
Su historia con el deporte comenzó en 1972, cuando estaba en Bertioga, en la costa de São Paulo, y vio a dos surfistas “bajando” una ola. Eso lo dejó encantado: “Con el surf, fue amor a primera ola”, bromea. Luego se hizo amigo de los dos jóvenes y practicaron el deporte durante muchos años juntos, sin parar. Cuando estaba en São Paulo, en la “abstinencia” de las olas, Klaus se subía a otra tabla: una patineta.
Entre las olas y la oficina
Klaus trabaja en Techint E&C desde hace 11 años, antes había trabajado en otra empresa, en el área de materiales. Su primer desafío en Techint fue desarrollar un catálogo de materiales de ingeniería en un antiguo sistema interno llamado Helios. Ayudó a crear un catálogo para Brasil, ya que anteriormente el sistema solo existía en Argentina.
Posteriormente, Klaus pasó por distintos proyectos como la ampliación de Usiminas, en Cubatão, y en la P-76, en Pontal do Paraná, donde inspeccionó toda la plataforma para las regulaciones IN513, organizó spools y coordinó la instalación de los elementos de salvamento del proyecto, es decir, el conjunto de medidas a tomar en un rescate. Hoy, participa en el desarrollo de una nueva herramienta de catálogo de materiales corporativos, que será adoptada por todas las sedes de la compañía, en sustitución del sistema Helios.
“Una cosa que me gusta enfatizar sobre Techint es que si estás dispuesto a enfrentar nuevos desafíos, éste es el lugar. Por eso llevo todo este tiempo en la empresa”, dice Klaus.
Llegan medallas y trofeos
Klaus dice que solía surfear en playas más aisladas e, incluso por esa razón, no tenía mucho contacto con las competencias que se realizaban en el país. Con el tiempo, sus amigos lo alentaron a participar en torneos, ya que vieron mucho potencial y capacidad en él.
Compitió profesionalmente entre 1982 y 1988, incluso consiguiendo el patrocinio de varias marcas de tablas y ropa de surf. Klaus obtuvo el puesto 26 en el Circuito Brasileño de Surf, en Ubatuba, y luego participó en campeonatos estatales en São Paulo, Paraná, Santa Catarina y Río de Janeiro, alcanzando el noveno lugar en el Circuito de São Paulo de 1986.
Incluso con los buenos resultados, dice que nunca pudo participar en competencias fuera de Brasil por la falta de incentivo en ese momento: “No podía renunciar a una profesión segura por algo que, en ese momento, no me daba seguridad”, explica.
El prejuicio del pasado
Durante mucho tiempo, era muy común encasillar a los surfistas en un determinado estereotipo, pero Klaus dice con orgullo que esto es parte del pasado: “Son atletas de alto rendimiento, con una rutina de entrenamiento pesada. Hoy, Brasil ya tiene tres campeones del mundo, uno de los cuales ya es bicampeón, y ahora un medallista de oro olímpico”, dice.
En la actualidad, tengo amigos surfistas de casi todos los ámbitos: abogados, ingenieros, médicos e incluso jueces. El surf refinó mi personalidad y me enseñó que los desafíos existen y se pueden superar. Estoy feliz y satisfecho de ver el surf y el skate alcanzando el nivel de deportes olímpicos y mundiales. Sé que fue un viaje increíblemente difícil. Hay muchas historias que no caben en unas pocas líneas, pero puedo decir que soy esta persona hoy gracias al surf”, concluye Klaus.