Andressa de Oliveira forma parte de Techint E&C desde 2015. Hoy se desempeña como Coordinadora de Producción del desafiante proyecto Parnaíba V, la planta termoeléctrica que, una vez finalizada, generará 386 MW de energía para Brasil.

Aun en los tiempos que corren, ser una ingeniera en Brasil es un gran desafío por la cantidad de obstáculos a sortear. Y si a eso se le suma la coordinación de una parte importante de un megaproyecto como el de Parnaíba V, entonces el mérito es doble.

“Aunque la gente no lo diga, el rubro de la construcción, al ser predominantemente masculino, tiene muchos prejuicios”, señala Andressa. “Ha mejorado mucho desde que empecé pero todavía veo muchas de esas dificultades para las mujeres. Por ejemplo, se ven menos colegas trabajando directamente en el campo o en posiciones de liderazgo”, explica.

Ingeniera Civil de la Universidad Tecnológica Federal de Paraná, eligió esta profesión por dos motivos: “Por un lado, siempre me gustaron las matemáticas. Y por otro, lo que me fascinó de la Ingeniería fue la posibilidad de hacer algo en beneficio de las personas. El trabajo de campo es muy visual, puedes observar el progreso a diario y, una vez terminado, ves lo que hiciste con tu trabajo, poder liderar personas, el legado que dejas para la gente”.

Cuando hace poco más de dos años le ofrecieron la posibilidad de participar en el área operativa en este proyecto no dudó. “Era la primera vez que trabajaba en el campo para Techint E&C, por lo que hubo un período de adaptación para aplicar en la práctica los procedimientos sobre los que había sido capacitada en la teoría. Participar en un hormigonado con una duración de más de 24 horas ininterrumpidas fue un gran reto profesional, ya que estuve involucrada desde la organización previa de lo que se necesitaba, hasta el seguimiento completo del hormigonado ese día”, comenta Andressa.

Ubicado en el pequeño municipio de Santo Antônio dos Lopes, el complejo Parnaíba V pertenece a la empresa Eneva, que es responsable del 46% de la capacidad instalada de generación térmica del subsistema Norte y del 11% de la capacidad instalada de generación de gas en el país.

Una vez que finalice el proyecto, definitivamente ni Andressa ni Brasil serán los mismos. Ella ve un futuro muy esperanzador para las mujeres. “Creo que hay mucho espacio para nosotras en la industria. El beneficio es que somos muy organizadas, determinadas y con fuerte compromiso para lograr los objetivos, lo que también contribuye a mejorar la industria. Veo que cada vez somos más capaces y, como tenemos que pasar por tantos obstáculos para llegar a estas posiciones, tenemos mucha dedicación y somos fuertes para superar cualquier desafío”.