Los brigadistas son los principales actores para salvaguardar la integridad del personal en el proyecto y oficinas, su misión: estar en la primera línea de intervención, alertar y brindar asistencia en el caso de una emergencia

101 brigadistas del Campo Auca, 100 del Campo Shushufindi y 12 en oficinas de Quito, de diferentes áreas de la empresa, se están formando en temas de primeros auxilios, control de incendios, evacuación, rescate de víctimas, brigadas de emergencia y control de derrames.

Ante una eventual emergencia, este grupo de colaboradores está en la capacidad de detectar el tipo de emergencia, clasificarla, alertar al servicio competente y brindar soporte mientras llegan los técnicos especializados.

Valeria Chamorro, encargada del Programa de Brigadistas y parte del Servicio Médico del Campo Auca, señala que este grupo está debidamente  organizado y capacitado para actuar antes, durante y después de  presentarse una  emergencia y  añade que el programa cuenta con diversas capacitaciones, tanto prácticas como teóricas.

“Una vez al mes se realizan capacitaciones o simulacros de evacuación, control de incendios, rescate en campo y en espacios confinados. Es importante que todos estén atentos y que sepan cómo actuar ya que el grupo de brigadistas está siempre en campo”, expresa Chamorro.

Asimismo, indica que los miembros de este grupo reciben una certificación cada dos años, y se la obtiene a través de las capacitaciones que brinda la empresa en conjunto con instructores externos, durante 4 días.

Para José Luis Cáceres, brigadista y colaborador de CMASS del Campo Shushufindi, los entrenamientos son importantes y cumplen su objetivo, “el personal está calificado y entrenado para atender cualquier eventualidad durante las operaciones, conocen los protocolos y su activación, además de que tienen claro el rol de comunicaciones para seguir el flujograma correcto. Ser parte de este grupo debe tomarse con seriedad y responsabilidad, todos los miembros deben comprometerse, actuar con liderazgo y asistir a los entrenamientos que pueden salvar la vida de sus compañeros y también la de un ser cercano”, concluye Cáceres.