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Ingenieras que marcan el rumbo

Publicado 25.4.2022

Belén Guachamin, Karina Aguas Mosquera Y Neydi Ñiacasha vienen desempeñando funciones claves en Ecuador. Mujeres que construyen, alientan e inspiran.

El rubro de la ingeniería, particularmente la industria de la construcción, ha estado predominado por hombres. Los tiempos cambian y en la actualidad, cada vez más mujeres acceden a puestos importantes y desafiantes. En Ecuador, un poco más del 20% del personal son ingenieras, muchas de las cuales ocupan posiciones de liderazgo.

Belén Guachamin entró al mundo petrolero saliendo de la universidad. Desde hace cinco años está en el área de ingeniería de Techint E&C, donde comenzó como ingeniera de proyecto y actualmente es la coordinadora de Ingeniería del Proyecto Auca, Bloque 61. Hasta la fecha fue parte de una gran transformación: se incrementó notablemente el personal del sector pasando de 24 colaboradores a 180. El enorme desafío que se le presentó a esta ingeniera mecánica en su rol de liderazgo fue encarar los grandes cambios con respecto a la manera de trabajar, de armar el equipo, de funcionar, tanto presencial como durante la pandemia, donde todos estuvieron sincronizados como relojes.

Karina Aguas Mosquera trabaja directamente con Belén desde hace cuatro años y tiene asignada la coordinación de los recursos y proyectos del Proyecto Auca en la oficina de Ingeniería de Dayuma. Ella cuenta que su jefe anterior, fue quien le dio las oportunidades para irse integrando al mundo de la coordinación. “Hay que tener tino para tratar con el cliente, hay que ser flexibles en los requerimientos y evitar mal entendidos”, dice Karina.

Belén confiesa que fue complicada al principio la relación con el cliente pero dice que: “Con el tiempo han ido aprendiendo y aceptándonos”

Por su parte, Karina sostiene que si bien todos y todas son profesionales, tenemos capacidades y podemos sacar adelante los proyectos, el hecho de ser una mujer golpea en ciertos aspectos. “Desde la universidad se conoce profesores que dicen que la ingeniería mecánica no es para mujeres”, relata. Y contó cómo un cliente no quiso tratar con ella. Claro que no se lo dijo directamente. Fue de manera implícita: un día recibió un correo del cliente donde le decían que el tema lo iban a seguir tratando con su par. “Recibí un apoyo grande de mi par y jefatura, quien le indicó que si yo estaba llevando el tema, el mismo se finalizaba conmigo”.

Para Belén y Karina, lo más lindo de su trabajo es ver plasmado en la realidad lo que se diseñó en papel: la obra materializada, construida y en funcionamiento. Se emocionan al observar el resultado del trabajo realizado, en el cual se ven involucrados colaboradores, familias, empresa y ellas mismas.

Otra de las mujeres líderes es Neydi Ñiacasha. Llegó a Techint E&C hace 7 años. En el 2018 comenzó a desempeñarse como líder de grupo de instrumentación y actualmente tiene a cargo un equipo de 28 personas (20 directas y 8 instrumentistas que están en campo AUCA y Shushufindi). Disfruta entablar vínculos de cercanía y considera a los miembros de su equipo familia. “Ver cómo se motivan, cómo se superan es algo que disfruto en mi papel de líder”, dice y confiesa que le resulta difícil cuando un proyecto termina y debe despedirse de alguien de la empresa. Afirma que le encanta su trabajo, fundamentalmente crear: “Me apasiona ver que los procesos ya funcionen solos, que se materialicen los diseños, que se pueda producir algo”.

Neydi sostiene que, en este rol de liderazgo, la organización es fundamental para tener éxito no solo en el trabajo, sino con su hija. “Tengo que organizar muy bien mi tiempo para lograr un equilibrio entre el trabajo y mi vida personal y así enseñarle a mi hija que se puede llegar lejos y que no tiene ningún impedimento para conseguir lo que ella quiere. Las motivaciones fuertes que tengo son sentirme que yo, como persona, como mujer, como ingeniera puedo demostrar que soy buena y que mi trabajo se reconoce y también ser nuestro sustento”, indica. El grupo de trabajo también la motiva a avanzar y a disfrutar de las tareas diarias.

Del mismo modo, Belén destaca al grupo de trabajo. “Funcionamos muy bien, estamos pendientes de lo que necesitamos, es una sincronía donde cada uno sabe lo que debe hacer. Y si uno cae, él sabe lo que tiene que hacer para poder ayudar y salir adelante. La forma de trabajar en grupo es lo que me llama a seguir trabajando”, asegura. Adicionalmente, considera que su familia es su motor. “Mis dos hermanas son mi motivación. Soy soltera, pero una de ellas es la persona más importante, quien está por graduarse y es significativo que vea como uno puede avanzar y progresar por sus propios méritos”, comenta.

En tanto, Karina coincide en la importancia del impulso que le da su familia. “Cuando mis padres dicen que están orgullosos por lo que he logrado, sienten que hicieron bien su trabajo y yo considero que los estoy compensando por lo todo lo que han hecho por mí. También es emocionante escuchar a mis sobrinos decir que quieren ser como yo y que mis hermanos y novio estén orgullosos de lo que he logrado. Es la gente que está detrás de uno la que te hace sentir que estás haciendo algo importante”, indica

Por otro lado, Karina celebra que en la industria cada vez haya más mujeres ocupando roles importantes en las empresas. Las ganas y el esfuerzo son algunas condiciones para seguir adelante. Sin embargo, enfatiza que también se necesitan líderes que puedan guiar, enseñar y dejar actuar como lo ha hecho Gabriel Martínez –gerente de Ingeniería de Ecuador–. “Se necesita más que tener la predisposición, se necesitan las oportunidades y estas nacen por parte de las jefaturas. Hay mucha capacidad”, dice.

Belén y Neydi coinciden que es fundamental que desde el colegio y la universidad se motive y brinde herramientas a las mujeres y niñas para incentivarlas a estudiar, capacitarse y llegar lejos.

“Aquí tenemos oportunidades. Tenemos bastantes beneficios; tratan bien a las personas, porque Techint tiene en sus bases que los empleados aportamos para el crecimiento de la empresa”, resalta Neydi.

Por su parte, Karina destaca que en la empresa la gente es generosa y no se guarda el conocimiento. “Eso nos ayuda a seguir creciendo, nos vamos alimentando, somos muy abiertos para enseñar cosas y gracias a eso seguimos avanzando”, agrega, mientras que Belén subraya que el trabajo en equipo es lo más importante.

Con todo lo alcanzado, hay aún camino por delante: Neydi quiere seguir aprendiendo para llegar a trabajar con equipos más grandes. Karina apunta a seguir creciendo, siempre siendo consciente de la gran responsabilidad que conlleva ascender de puesto. Y Belén va en busca de concretar sus estudios de posgrado que tiene pendiente y que tanto desea.

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