“La clave está siempre en buscar la mejora continua”
Publicado 25.7.2022
Juan Felipe Padilla Guevara, supervisor en la Refinería Dos Bocas cuenta qué se siente ser parte de Techint E&C, y asumir desafíos tan complejos a diario.
El rol de los supervisores en Techint E&C es asegurar que las obras se lleven a cabo en tiempo y forma, coordinando equipos de trabajo con objetivos claros y concisos, que estén alineados con los del cliente. Pero ésta es sólo una mirada general. En el día a día, las tareas son muchas y el ritmo es intenso. Compartimos el testimonio de Juan Felipe Padilla Guevara, supervisor civil de Refinería Dos Bocas, en México, para conocer, desde adentro, los desafíos reales a los que se enfrentan en el frente de obra.
Sus primeros pasos
Juan es ingeniero civil, recibido de la Universidad Autónoma de Nueva León. Forma parte de la compañía desde 2009 y, en estos años ha pasado por grandes proyectos en diferentes partes de México.
Ingresó como becario cuando todavía estaba cursando la carrera y sobre ese momento recuerda: “Me contactaron y tuve que hacer varias entrevistas. Luego me dijeron que ellos me avisaban y pensé ´por lo menos lo intenté´. Luego de unos meses, estaba en una estación del metro en Monterrey y me llamaron para avisarme que había quedado dentro del grupo; no me lo esperaba. Nos citaron el 1° de septiembre en la sede Ciudad de México y fue el día en que todo comenzó”.
Luego de un año, Juan ingresó al programa de Jóvenes Profesionales. Su primer proyecto fue el MOA en Monterrey, donde fue supervisor, antes de pasar a la línea de galvanizado de Pesquería. Después de dos años, regresó al MOA, pasando a ser encargado de fase Civil de todas las plantas. “A mí me gustaban mucho las reparaciones extraordinarias, donde teníamos pocos días para construir varios proyectos y mantenimientos, algo casi imposible. Todos los días surgía una situación distinta y teníamos que pensar cómo solucionarla. Esa dinámica te mantiene entretenido y enfocado”.
La vida en Dos Bocas
Actualmente, Juan es supervisor en Refinería Dos Bocas, lo que define como algo impresionante. “Toda la experiencia que tenía y todo lo que creía que sabía, al llegar acá, me di cuenta que era totalmente distinto. Aquí hay desafíos permanentes: lograr los objetivos en tiempo y forma, y cumplir con los requerimientos del cliente son retos con los que vivimos a diario. En lo personal nunca me había tocado un proyecto de esta magnitud, y estar aquí desde el momento cero, el mejoramiento de suelos y las segmentaciones, hasta ahora que estamos terminando la parte civil, es algo impresionante”.
En sitio el aprendizaje es una constante. “Si me comparas con el Juan de hace dos años, he cambiado mucho en el aspecto profesional, pero también en el personal. Conozco mucha gente y me toca estar lejos de casa y eso cambia”. Casi dos horas en avión y un día y medio en auto es la distancia que lo separa de su familia, situada en Monterrey. Siendo Dos Bocas el primer proyecto con el que le toca estar lejos de su hogar, Juan no se arrepiente de su decisión y del esfuerzo que conlleva. Casado y padre de dos hijas, una niña de cuatro años, Ema, y una bebé en camino, Luciana, Juan sostiene que la distancia fortalece la familia.
En retrospectiva
“A lo largo de todos estos años me ha tocado conocer mucha gente y muchas obras y todo ha sido parte de una gran experiencia. Desde que estaba en la universidad me imaginaba en proyectos grandes, y gracias a Techint E&C lo pude cumplir. SI tuviera que hablar con el Juan que recién salía de la universidad, le diría que aproveche todas las oportunidades que tenga, sin pensarlo”.
A continuación, reflexiona en voz alta: “Las oportunidades son pocas, por eso todo lo que hagas, hazlo bien. Y si te equivocas -porque te vas a equivocar-, siempre busca apoyo, nunca te quedes solo, porque siempre va a haber alguien ahí para apoyarte”. Esa es una de las cosas que Juan resalta de la cultura de nuestra compañía: el apoyo y el respaldo constantes. Además, define la disciplina y la forma de laborar como desafiantes: “Una cosa es saber trabajar y otra muy distinta es saber trabajar dentro del Grupo Techint. No cualquiera se adapta, es una escuela que se nos ha inculcado y que solo los apasionados por lo que hacemos podemos lograr”.
Luego de tantos años como supervisor, Juan explica algunas características que debe tener una persona para desempeñar ese rol: debe tener una visión, al menos, dos o tres meses por delante de cómo se van a llevar a cabo las actividades en proyecto. “Uno se va forjando supervisor con la experiencia, el simple título no te convierte en uno. Como supervisor, uno tiene que ir evaluando el desarrollo del proyecto en función de la secuencia, de un programa y de la cantidad de recursos que van a requerir”. También, señala la importancia de contar con un equipo fuerte y alineado: “Los objetivos los vas a trazar tú, o van a estar trazados por el cliente y la compañía, pero tu función como supervisor va ser tener la visión y la misión y transmitirla. Porque si un supervisor camina solo sin transmitir las ideas y metas, difícilmente va a lograr los objetivos, nadie va a entender hacia dónde hay que ir y el proyecto no se va a concretar”.
Y ese es el mensaje que intenta transmitirle tanto a sus equipos de trabajo, como a aquellos que recién arrancan en el camino de la ingeniería. “Las oportunidades son pocas, tómenlas sin miedo. De eso se trata, la empresa conoce sus capacidades y ustedes se van a poder adaptar. No tengan miedo. Problemas siempre va a haber, el tema es buscar la solución y la forma de que no vuelva a pasar. La mejor experiencia la dejan los malos resultados, de eso aprendemos a mejorar y a no encasillarnos. La clave está en buscar siempre la mejora continua”.