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La Joven Aprendiz que se convirtió en gerente: la trayectoria de Valéria Freitas

Publicado 26.7.2022

Valéria comenzó su vida profesional trabajando en diferentes lugares hasta incursionar en el mundo de la construcción. Su dedicación la llevó a ser la primera en su familia con un título universitario: ingeniera.

Conseguir un trabajo puede que no sea una tarea fácil, pero los comentarios que recibe a menudo valen todo el esfuerzo. Además del salario y los beneficios involucrados, también hay una sensación de realización y logro involucrado en cada trabajo. Para muchos, incluso, el trabajo es una extensión de la personalidad, de tanto que se identifican con su profesión.

Primero se trata de sortear la dificultad de conseguir el primer empleo, luego el desafío es permanecer en el mercado laboral. Incluso muchas personas logran permanecer en un área o una empresa durante toda su vida. Otros van cambiando según las posibilidades laborales que surgen, hasta que encuentran un trabajo que realmente los entusiasma. Este es el caso de Valéria Freitas, Ingeniera en Construcción del proyecto Parnaíba V, termoeléctrica construida por Techint E&C en Santo Antônio dos Lopes, en Brasil.

Antes de unirse a Techint E&C, Valéria era operadora de telemarketing, becaria en una escuela de negocios y una joven aprendiz en el sector administrativo de un restaurante. Después de todas estas experiencias, en 2011, fue invitada a participar del proceso de selección de Jóvenes Aprendices de la empresa.

En ese momento, todavía estaba estudiando para rendir el examen de ingreso en la Facultad de Ingeniería Civil y su deseo por la futura profesión coincidía perfectamente con el trabajo que le estaban proponiendo. Consiguió ingresar a Techint E&C y a la universidad, y desde allí comenzó a construir la profesional en la que se quería convertir.

Sobre su trayectoria comenta: “Al tener la oportunidad de conocer los proyectos, de participar en reuniones estratégicas para cerrar propuestas y de enfrentar desafíos día tras día, tuve la certeza de que la 'ingeniería' era lo que me gustaba hacer”.

Valéria es una excepción en un país donde el empleo formal sigue siendo un sueño para gran parte de la población. Según una encuesta de la plataforma iDados, asociada al diario O Globo, la edad promedio del primer empleo registrado en Brasil es de 28 años. Esto refuerza la importancia que tienen programas como el de Jóvenes Aprendices no solo en la vida de los involucrados, sino también en sus familias y comunidades. Para muchos, esta oportunidad es solo el punto de partida de una larga carrera.

La familia de Valeria sintió los impactos de su persistencia. Primera de su familia en tener un título universitario, rápidamente se convirtió en una referencia para todos.

Mirando su carrera, la ingeniera recuerda la importancia de las experiencias vividas: “Hoy tengo 29 años y estoy en una gran empresa. Mirando hacia atrás en mi trayectoria de 11 años, puedo decir que aprendí mucho. Poder coordinar a profesionales que muchas veces tienen más años de experiencia y transmitirles credibilidad y respeto me hace ver que voy por el buen camino.”

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