De Argentina a India: Conoce la historia de Nahuel, el joven ingeniero de procesos
Publicado 15.3.2023
Nahuel Stricker, del área de Procesos, dentro de la Dirección de Ingeniería, trabajó ocho meses en las oficinas de Techint Ingeniería y Construcción en India.
Más de 9.000 millas (casi 15.000 km) separan las oficinas de Techint E&C de Mumbai, en la India, y de Buenos Aires, en Argentina, donde Nahuel transitó su primera etapa como pasante de verano en la compañía, por el 2015. En esta entrevista, el ingeniero químico cuenta algunos detalles de su carrera y de este inesperado viaje que le permitió conocer una cultura muy distinta a la suya y generar nuevos vínculos.
¿Cómo se dio este viaje?
Yo tenía el plan de festejar mis 30 en Marruecos con un amigo, pero de repente me preguntaron: “¿Qué te parece si en dos semanas vas a India?”. En ese momento, estaba en un proyecto con colaboradores de Mumbai. Si bien desde el área de Procesos (Ingeniería) trabajamos históricamente con el equipo de India, todavía nadie había tenido la experiencia de viajar hasta allá. La idea era hacer networking para tomar las buenas prácticas de ambos equipos. Era una buena oportunidad para mí y opté por ir, así que terminé festejando los 30 allá. Al principio no fue fácil, pero con el correr de los meses, me fui adaptando. Creo que fue una experiencia increíble, de las que te abre muchísimo la cabeza.
¿Cómo fue el vínculo laboral?
Súper bien, lo más importante fue conocernos y generar vínculos. Gracias a eso, hoy, desde Procesos, soy una especie de nexo cuando tenemos que trabajar con el equipo de India. Una buena relación entre las oficinas hace que los proyectos salgan mejor, y justamente en uno de los últimos proyectos en el que estuve como líder, trabajamos con un fuerte componente de profesionales de la sede de Mumbai y realmente salió todo muy bien.
Históricamente no se percibía como viable esta forma de trabajar, pero aquí quedó demostrado que sí se puede. Cuando se delegan tareas, las personas comienzan a sentirse desafiadas e interesadas, se van capacitando y comprometiendo más con su labor. Trabajar con la oficina de Mumbai es como tener compañeros de oficina pero que, en vez de estar sentados al lado tuyo, están en otro continente.
En lo profesional creo que me abrió muchas puertas. Las relaciones laborales que tengo hoy, las tengo gracias a esta experiencia. Pero también fue muy enriquecedor a nivel personal.
¿Cómo fue la adaptación en lo cultural?
No voy a mentir, no fue fácil… la cultura es muy distinta a la occidental. Uno dice ‘cultura’ y piensa en el idioma, religión, comida… Acá me di cuenta que abarca también cuestiones que van mucho más allá: el respeto, el amor y el matrimonio. Tienen costumbres como bajar la cabeza en el ambiente laboral para saludar a sus jefes o servirles el té con guantes o comer en posición de sentadilla profunda. La comida es híper picante; manejar allí es imposible… ¡He visto en la autopista una moto a contramano con un bolsón gigante de trigo atado a la parte de atrás!