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La historia de Dante Olivares Pardo

Publicado 5.7.2023

El responsable del área de Calidad, Medio Ambiente, Salud y Seguridad (CMASS) en el Parque de Máquinas (TEPAM) de Perú, nos comparte sus comienzos dentro de Techint Ingeniería y Construcción en Camisea, Perú, y su decisión de estudiar ingeniería a los 48 años.

 

Dante tiene 55 años y trabaja desde hace dos en TEPAM, Perú, como encargado del área de CMASS. Pero su vínculo con el Grupo comenzó en 2002 con Camisea, el proyecto energético más importante de Perú que implicó la construcción de un ducto de gas natural de 730 km de longitud y un ducto paralelo de líquidos de gas natural de 560 km. Desde ese momento, a Dante se lo caracteriza por su perseverancia.

“La oficina de Techint en ese momento estaba en Pisco, donde yo vivo. Camisea era un megaproyecto del que todo el mundo quería participar. Vino gente de todo el Perú y yo quería ser parte”, recuerda.

La experiencia en Camisea

Dante cuenta que, aunque no tenía estudios técnicos y solo había terminado el secundario quería ser parte del proyecto. Su experiencia era variada: había trabajado como obrero, carpintero, en el barco pesquero de su papá, pasó por el ejército y fue vigilante. Pero, agrega: “Las ganas de querer trabajar eran muchas. Además, tenía la necesidad: estaba casado y tenía dos hijas pequeñas en ese momento”.

Finalmente, sus ganas le permitieron ingresar en Techint E&C en el área de Medio Ambiente. “Al principio estuve en la sierra. Iba adelante de la apertura de la pista y examinaba las posibilidades de que el trazo pudiera causar algún tipo de impacto en el medio ambiente. Además, llevábamos a cabo actividades de campo en los frentes de trabajo, supervisando la gestión de residuos, aguas y efluentes en campamentos y brindando inducciones y capacitaciones a los trabajadores. Allí tuve la suerte de trabajar en los tres sectores: costa, sierra y selva, y me pusieron como apodo 'Dante el caminante' por los largos tramos de caminata diaria”, recuerda.

Luego estuvo en el área de Mantenimiento del proyecto, en el área de Medio Ambiente dentro del sector selva, donde debía recorrer los distintos campamentos, que en algunos años llegaron a ser cerca de 18. En la mayoría de los casos, el ingreso era en helicóptero, y para cubrir más campamentos se trasladaba a pie para cumplir con sus objetivos: concientizar al personal en temas ambientales, verificar la gestión ambiental y capacitar al personal para proteger a la flora y la fauna del lugar.

Dante tiene innumerables anécdotas de esa época, como por ejemplo cuando , a cargo del Plan de Contingencia en emergencias de derrames de NGL, tuvo que quedarse varios días en la selva junto con un grupo de operarios para poder instalar puntos de control. “Nos dejaban con el helicóptero en la espesura de la selva, recuerdo que había  todo tipo de animales silvestres”, cuenta Dante. Al término de cada caminata, cada emergencia, cada objetivo logrado siempre venía el pensamiento de su familia.

El sueño de ser ingeniero

En 2016, decidió hacer realidad un sueño que había tenido pendiente durante varios años: estudiar ingeniería. Para ello, optó por hacerlo de manera virtual, aunque no sin enfrentar varios obstáculos en el camino. Inicialmente, su universidad cerró el programa virtual, pero luego gracias a la pandemia, tuvo la oportunidad de retomarlo. “Fue sacrificado, pero para el objetivo que tenía no había obstáculo. Agradezco a quienes fueron mis jefes en su momento como Adrián Spaltro y, ahora en TEPAM, a Claudio Poletti, porque pude culminar mis estudios de bachiller en Ingeniería Industrial gracias a su apoyo”, sostiene.

Procesos y métodos

Si tuviera que darles un consejo a los jóvenes talentos afirma: “Creo importante tener paciencia y perseverancia en todo lo que hacemos. En la actualidad, la productividad se enfoca más en la cantidad que en la calidad, pero es necesario cumplir con los procesos y métodos para hacer las cosas bien. No hay una edad límite para alcanzar nuestras metas, lo importante es hacerlo bien”.

Y reflexiona: “Creo que hay que romper el mito de que la seguridad, el medio ambiente y la salud son obstáculos para la producción en la parte operativa. Quiero liderar un grupo operativo que demuestre que la producción, seguridad, el medio ambiente, la calidad y lo social pueden trabajar juntos de manera efectiva”.

Por último, dice estar agradecido por la oportunidad que le dio Techint E&C de crecer profesionalmente y espera que los nuevos “Techineros” -como él los llama- no sólo sean buenos profesionales, sino que también se sientan parte de la empresa, “se pongan la camiseta de compañía”. En cuanto a sus propios logros, se siente satisfecho: “Logré hacer mi trabajo, capacitar a la gente, concientizar a la población de la zona y lo corono con la culminación de mis estudios”.

La historia de Dante Olivares Pardo es sinónimo de perseverancia y un claro ejemplo de que la edad no es un obstáculo para alcanzar las metas que uno se propone.

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