Anlliza Araya es encargada de Servicios Generales en el proyecto C20+ y antes trabajó en otras obras de la compañía en Chile. Es Ingeniera en Administración y Finanzas y destaca que el buen clima laboral y la camaradería hacen el trabajo muy ameno.

Como responsable de Servicios Generales en C20+, Anlliza Araya pasa 14 días al mes en el proyecto que se está desarrollando al sur de Iquique, en el norte de Chile. Sostiene que la convivencia “contribuye al compañerismo”. De hecho, lo que más valora de su trabajo es el apoyo que encuentra en sus colegas y jefatura, incluso en los que trabajan en otros proyectos del país. “El compañerismo es el ADN de Techint”, resume la ingeniera en Administración y Finanzas por la Universidad Santo Tomás.

La empresa está construyendo un sistema de impulsión de agua desde el Puerto Patache -ubicado a 80 km al sur de Iquique- hasta Ujina, en faena cordillera de la Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi. Anlliza, que empezó a trabajar allí hace más de un año, dice que comenzar el proyecto de cero fue uno de los desafíos más importantes.

Hace cuatro años que Anlliza ingresó a la compañía como administrativa de Servicios Generales en el proyecto EWSE, en la ciudad de Antofagasta. Luego estuvo en TEPAM y en el Centro Logístico en Antofagasta, que sirve como base estratégica para el lanzamiento de las obras de la región. Con respecto a su trabajo actual, resalta el dinamismo, ya que abarca partes de logística y de certificación de servicios.

La red de contactos que creó en estos años es fundamental para cuando tiene que resolver algún tema urgente. “Hay harta camaradería”, resalta y aclara que ella también está disponible si alguien la necesita.

“Una vez le escuché decir a un jefe que ‘el que bebe del agua de Techint nunca se quiere dejar de beber’. Y es verdad porque aquí se forma un equipo unido y ese núcleo de amistad permite incrementar el conocimiento”, sostiene. También resalta que la diversidad de culturas e idiomas que hay en la compañía –interactúa con brasileños, peruanos, ecuatorianos y argentinos, entre otros– enriquece mucho las labores.

“Para mí Techint ha sido una escuela. Yo llegué a esta empresa teniendo sólo conocimientos, hoy en día siento que tengo experiencias únicas. Me han dado hartas oportunidades y aprendí mucho a través de las personas que conocí en los proyectos. Además, me han tocado muy buenos jefes”, dice.

A quienes recién ingresan a la empresa, Anlliza recomienda “contagiarse de la gente”.  “Muchos de los que trabajan desde hace años en Techint tienen carisma y conocimiento y eso se va multiplicando en la compañía”, concluye.

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