Con más de 2,5 millones de kilómetros recorridos en 5.610 viajes, se logró finalizar sin desvíos el traslado de tubos para el proyecto. La implementación de una nueva tecnología para evaluar la capacidad de reacción de los conductores, sumado a una campaña de refuerzo positivo e incentivos, fueron algunas de las estrategias que permitieron estos resultados.  

Con 13.014 tuberías y sin incidentes con tiempo perdido, ni daños a las personas, finalizó el proceso de transporte de estos insumos clave para el proyecto C20+, en Chile, que implicó una gestión coordinada con transportistas locales. 

El transporte de tubos, que se inició en abril de 2023, implicó la participación de 146 conductores -con licencia de Techint E&C- de nueve empresas diferentes. A esto, se sumó el despliegue logístico en 5.610 viajes de camiones desde el puerto de Iquique hasta el patio de acopio de la compañía.

“Nuestro balance final ha sido positivo, y nos podemos sentir orgullosos, ya que el resultado es producto de la suma de esfuerzos de los que participamos tangencial o transversalmente en esta actividad, desde la planificación, hasta la descarga de los tubos en los distintos acopios”, explica Alex Goudie, Subcontracts Administration Manager.

La seguridad como prioridad

Durante el transporte de tuberías, uno de los puntos centrales fue la seguridad. Por ello se trabajó en la prevención y concientización de los trabajadores involucrados, que incluyó el uso de Sobereye, una nueva herramienta para medir la capacidad de reacción de los conductores, y una campaña de refuerzo positivo e incentivos.

“Alcanzamos el 100% del trabajo sin incidentes. Nuestra evaluación, en general, fue positiva y exitosa. Transportar las tuberías fue un asunto complejo, pero al menos en este proyecto, dejó de serlo, tanto desde el punto de vista económico, como del de gestión operativa. No tuvimos ningún problema o evento que haya provocado una alerta mayor. El equipo de trabajo estuvo conformado por personas con un gran sentido de la responsabilidad y experiencia, además de compromiso y profesionalismo. Trabajamos de manera colaborativa y con un espíritu de One Team”, asegura Alex Goudie, quien cumplió un rol clave, con dedicación exclusiva en este proyecto, organizando, ordenando las tareas, estableciendo las directrices y lineamientos. 

El arduo trabajo comenzó con las empresas contratistas, una vez que se definió el número de equipos que aportaría cada una de ellas. Después de esto, se realizó el proceso de acreditación y obtención de la licencia interna de Techint E&C. En este sentido, para que los choferes pudieran operar los equipos, debieron cumplir los requisitos legales y utilizar los elementos de seguridad definidos por la compañía.

En este sentido, Goudie indica: “Hicimos un chequeo permanente, en conjunto con el Centro de Monitoreo Vial, y llegamos a la conclusión de que el principal riesgo estaba relacionado con la conducta de las personas. Es por esta razón que cumplimos con todas las medidas de prevención que están descriptas en el procedimiento”.

Por su parte, Vicente Fuenzalida, Operations Analyst, afirma: “En el proyecto C20+, hubo alrededor de 100 choferes acreditados y operando. De manera simultánea, llegamos a usar entre 50 y 60 camiones. El mayor número fue a inicios de noviembre, con 60 vehículos en un día”. 

Sobereye: la innovación

La novedad de este proyecto fue la implementación de una nueva herramienta, llamada Sobereye, que pasó la prueba piloto. “Es un control de velocidad de reacción de la pupila, basado en la respuesta específica de cada conductor frente a estímulos luminosos. Según la línea base del chofer, podemos medir si es que la respuesta visual da cuenta o presenta signos de fatiga y somnolencia, una de las principales causas de accidentes. Invertimos 30.000 dólares en esta tecnología, con el objetivo de poder atender la única variable que no estábamos controlando”, señala Goudie.

Campaña e incentivos

Como parte del Plan de Seguridad, se realizó una campaña de refuerzo positivo con incentivos. De esta forma, se premió a los choferes que lograron un comportamiento destacado, de acuerdo con la cantidad de viajes y un ranking. 

Fuenzalida detalla: “La idea de reconocer a los conductores con el mejor desempeño nació desde la Gerencia de Subcontratos, junto con la Gerencia de Calidad, Medio Ambiente, Seguridad y Salud (CMASS). Lo que buscamos dentro de este servicio fue obtener un bajo número de desvíos, excesos de velocidad o de algo que pudiese haber afectado el tránsito de la carga, que fue algo fundamental y de gran envergadura”.

Y agrega: “En general, los choferes que más se destacaron fueron aquellos que realizaron la mayor cantidad de viajes, lo cual se contrastó con su comportamiento y desempeño en lo que respecta a la documentación, además de no tener desvíos durante cierta cantidad de tiempo”.

Por otro lado, se hicieron reuniones de seguridad ampliadas con todos los transportistas, donde se presentaron los indicadores, desvíos de cada empresa, las consecuencias que tuvieron, además de la planificación de lo que se venía. Adicionalmente, se les pidió a los proveedores que presentaran sus iniciativas y acciones de mejora.

Los mayores desafíos

Goudie resalta que “fue crucial” terminar de la misma manera que comenzó la operación. “Hubo dos grandes desafíos: el principal fue que todos los que participaran en la operación volvieran sanos y salvos a sus casas; el segundo fue tomar todas las lecciones aprendidas, que tuvieron una parte operativa y otra de seguridad, para poder transmitirlas a otros proyectos, y ver cómo las transformamos en un valor económico para el negocio”, comenta.

La sinergia entre el equipo de Techint E&C, los distintos subcontratistas, la supervisión y los encargados de estos fue fundamental para obtener buenos resultados. 

Algunas cifras

- Cerca de 2,5 millones de kilómetros recorridos
- 133 camiones diferentes utilizados
- 7.000 alcotest aplicados a los conductores
- 4.500 controles de fatiga y somnolencia con Sobereye.