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“Desde hace 18 años soy una ciudadana del mundo”

Publicado 3.4.2024

La ingeniera química Karina Martínez Pérez ha participado en una docena de proyectos retadores en Techint, que le han dejado grandes satisfacciones. El más reciente fue la Refinería Dos Bocas.

 

Nacida en una familia de médicos, Karina Martínez Pérez, Commissioning & Start-Up Manager de tres de las plantas de la Refinería Dos Bocas, rompió con la tradición familiar para convertirse en ingeniera química, graduada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y en una apasionada de los proyectos de ingeniería y construcción.

Aunque es originaria de la Ciudad de México, asegura que, desde hace 18 años, se ha convertido en una “ciudadana del mundo”, porque ha tenido mucha movilidad gracias a los diferentes proyectos donde ha estado. Actualmente, lidera la puesta en marcha de las plantas de Tratamiento de Aguas Amargas, Regeneración de Aminas y de Tratamiento de Efluentes en Dos Bocas, Tabasco.

¿Por qué elegiste esta carrera?

Vengo de una familia de médicos especialistas y lo que heredé de ellos fue el interés por la química. Inicialmente, quería ser química. Empecé a investigar y me interesó mucho más lo que hacían los ingenieros químicos al ayudar a satisfacer las necesidades de la humanidad a través de un enfoque en los procesos.

Al terminar mi carrera, traía ese tema de querer ayudar a mejorar al mundo y por eso estudié una maestría en Ingeniería Ambiental. Cuando finalicé los estudios, estaba buscando dónde hacer mis prácticas, conocí a Techint Ingeniería y Construcción y ahí comenzó mi historia como ingeniera de procesos.

¿Cómo ha sido tu trayectoria en la compañía?

Inicialmente, me habían contratado a prueba tres meses y, cuando iba a concluir ese plazo, mi jefe me dijo que me veía potencial para entrar al programa de Jóvenes Profesionales (JP). Así que esos tres meses se convirtieron en 18 años de trayectoria.

Primero, estuve en el área de Ingeniería. Fue una parte muy interesante porque es donde identificas y defines las mejoras en los diferentes procesos. Empecé en el proyecto del gasoducto Tamazunchale y luego estuve en el proyecto del libramiento de Querétaro.

En ese momento, se estaban desarrollando varios proyectos de gasoductos y me invitaron a participar en un poliducto en Costa Rica llamado Recope, donde hicimos desde el diseño hasta su puesta en marcha en conjunto con el cliente. Al finalizar, regresé a México para participar en el proyecto de la Planta Eliminadora de Nitrógeno, seguido de la Central Carboeléctrica CCE Pacífico.

Más tarde, volví a los gasoductos con la Estación de Compresión de Tuxpan, Etanoducto y en la Estación de Compresión Naranjos. Posteriormente, estuve en varias licitaciones. De ahí pasé a la Estación de Compresión en Altamira y luego a la Central Termoeléctrica de Norte III, hasta que en enero de 2023 comencé en la Refinería de Dos Bocas.

¿Cómo ha evolucionado tu carrera en estos 18 años?

Yo empecé en Ingeniería, donde haces las bases del proyecto y mi entusiasmo fue creciendo conforme me involucraba en otras etapas. Cuando me invitaron a sumarme a la terminación mecánica fue un reto, porque tienes que validar lo que se ha construido. Continué con el precomisionamiento, que sigue siendo un reto porque echas a andar los equipos, aunque sin fluidos.

En el comisionamiento, el reto fue mayor y descubrí que, conforme te vas acercando a la puesta en marcha, los riesgos van aumentando, al mismo tiempo que va subiendo la adrenalina de todos los que participamos en el proyecto.

Para mí ver desde que nace un proyecto hasta que “subes el interruptor” para que todo comience a andar y funcione conforme a lo planeado, ha sido lo que más me ha emocionado. Hacer que todas las piezas del engrane funcionen es una gran satisfacción.

Me llena de felicidad haber visto todas las etapas de un proyecto. Lo que más me ha enamorado de mi carrera en Techint E&C es tener la oportunidad de participar en las fases de terminación mecánica hasta la puesta en marcha, porque implican muchos riesgos y retos, pero también muchas satisfacciones.

¿Cuál consideras que ha sido el proyecto más desafiante?

Cada proyecto tiene un reto que cumplir y por eso he permanecido 18 años en la compañía, porque siempre hay algo nuevo. Hay un constante aprendizaje, seguir avanzando, dando soluciones y no quedarse atrás.

Además, aquí encuentras una gran familia; siempre cuentas con el apoyo de todos los colaboradores y eso nos ha permitido tener buenos resultados, que los clientes queden contentos con el trabajo que ha realizado el grupo. El trabajo en equipo es la mejor receta para llegar a la meta con éxito.

¿Qué le dirías a las nuevas generaciones de mujeres que están interesadas en desarrollar una carrera en la ingeniería?

Que esta carrera es de grandes retos y grandes satisfacciones. No es fácil, en el día a día te encuentras con nuevos temas que resolver, pero ese mismo dinamismo te hace sentir viva.

Les pediría que no teman enfrentar esos retos, que ser mujer no es una limitante o un freno para poder trabajar en la industria. Si de verdad es su pasión, tienen un gusto y todo un amplio camino de oportunidades por emprender en la ingeniería y en la industria, no tienen por qué dudarlo ni un minuto.

Cuando inicié, sí era prácticamente la única mujer en Operaciones de mi sector, pero realmente yo nunca he sentido una diferenciación por el género. En todos los trabajos que he desempeñado, tanto mis jefes como mis compañeros, han sido muy respetuosos, no he tenido límite para poder crecer. Al contrario, me da satisfacción saber que la gente me reconoce y valora mi trabajo.

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