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“La ola perfecta existe, solo tenemos que estar listos para surfearla”

Publicado 29.4.2024

Miguel Galera, Logistics Manager del Centro de Logística del Área Sur de Techint Ingeniería y Construcción, trabaja en la empresa desde hace 21 años. Desde pequeño, mantiene un estrecho vínculo con el mar y su vida está atravesada por el surf.

 

Desde la infancia, la historia de Miguel Galera, Logistics Manager del Centro de Logística del Área Sur (Teclas) de Techint Ingeniería y Construcción, estuvo marcada por el agua. Con ancestros españoles e italianos que fueron navegantes y un padre marino mercante, lo que le permitió viajar y conocer los principales puertos del país, el mar pasó a ser “el patio trasero de su casa”, donde jugaba, pescaba y hacía snorkel, entre otras tantas aventuras.

Buceo · en Ecuador.

Durante su adolescencia vivió en Mar del Plata (provincia de Buenos Aires) donde un grupo de surfistas más avanzados le enseñó los primeros pasos del deporte que cambiaría su vida: construyó su primera tabla, aprendió a estudiar las olas como nunca y se interiorizó en un mundo que jamás dejaría de sorprenderlo. Desde entonces, surfear es su gran pasión.

 

De la docencia a la obra y a la oficina

Corría el año 2002, Miguel ejercía como docente en la Universidad Nacional de Mar del Plata y ya tenía un estudio de Diseño Industrial propio. La crisis económico-social en Argentina de ese momento lo motivó a buscar otros caminos y así fue cómo aceptó ir a trabajar por tres meses al Proyecto Camisea en Perú para Techint E&C. “Cuando llegué tuve una sorpresa muy grande, era un gasoducto que atravesaba selva, sierra nevada, desierto y llegaba al mar. Me sentí parte de ese desafío desde el primer momento. Fue una gran experiencia para mí, muy difícil, porque debí separarme de mi familia, pero muy enriquecedora. Me di cuenta de que disfrutaba del trabajo, viajando y conociendo nuevos grupos de personas”, recuerda.

Encuentro · Grupo Techint 2024.

Su paso por las obras tuvo fecha de vencimiento: el pedido de su familia, ya con hijos adolescentes que necesitaban tenerlo más cerca, lo motivó a trasladarse al centro logístico de Tepam, en Pacheco (provincia de Buenos Aires). De esta manera, estaba a 400 km de Mar del Plata y podía viajar todos los fines de semana a visitarlos. “Yo partía el lunes temprano para Buenos Aires y regresaba los viernes a casa. Fue una etapa sacrificada, pero me permitió estar más cerca de mis hijos y esposa, así que fue lo mejor para ese momento”, señala.

Iguazú · en familia.

Surfista de grandes desafíos

Miguel recuerda que su padre le enseñó desde chico una moraleja que recordaría para siempre: “Al mar hay que respetarlo, porque es una fuerza muy grande contra la que nadie puede enfrentarse, solo podemos acompañarla y aprovechar su potencia. Por eso hay que aprender a leerlo, para saber cómo utilizarlo”.

Esta enseñanza, fue clave para Miguel desde su primer día en la empresa. Siempre partió de la premisa de que hay fuerzas que no deben combatirse, sino aprovecharse. “En las obras hay desafíos diarios que deben aprenderse a surfear. Como cuando enfrentás una ola, hay que analizar qué se puede aprovechar para avanzar y todo debe medirse en una fracción de segundo, con mucha concentración. En los proyectos tenés que tomar decisiones rápidas, teniendo en cuenta todas las precauciones de seguridad y evaluar muchos factores para hacer lo mejor que se pueda. Hay que tener todo previsto de antemano y, si se puede, contar con el mejor equipo, que es como tener la mejor tabla y accesorios de seguridad en el mar”, indica Miguel.

Iguazú · en familia.

En constante movimiento

Actualmente, después de 21 años en la compañía y con sus hijos ya crecidos, Miguel valora cada segundo que puede surfear una ola. Reconoce que, a sus 60 años, es fundamental hacer actividad física para mantenerse flexible. Además, practica yoga para fortalecer su equilibrio, siempre con el foco en poder continuar desarrollando eso que tanto disfruta.

Navegando · por Cabo de São Vicente.

A las nuevas generaciones, Miguel les aconseja lo que él hace: que trabajen siempre para conseguir lo que se proponen como objetivo, porque el único techo es el que se pone cada uno. Para él, buscar la ola perfecta fue lo que lo motivó desde siempre, tanto en el surf como en su vida laboral: fue la meta que le permitió ir superándose día a día. “La ola perfecta existe, solo tenemos que estar atentos para encontrarla y listos para surfearla y dropearla”, asegura.

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