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“Los constructores somos como los artistas”

Publicado 8.8.2024

Daniel Kesseler forma parte de Techint Ingeniería y Construcción desde 1976, donde ha colaborado en proyectos emblemáticos, siempre acompañado de su familia. Sin dudas, una vida en obra.

 

Con la meta clara de cumplir 50 años de servicio en Techint Ingeniería y Construcción, Daniel Kesseler sigue trabajando con la misma energía de siempre. A pesar de haberse jubilado en 2016, actualmente se desempeña como General Electromechanical Supervisor en la Cuenca Neuquina, viaja de un país a otro a la par de los nuevos desafíos y no está en sus planes hacer una pausa.

“Aunque recibí el beneficio de la jubilación, tenía ganas de seguir colaborando. Sentí que podía hacerlo y la empresa me dio la oportunidad. Desde entonces, continúo viajando y participando en proyectos interesantes, como los que viví en México, Argentina y Colombia. La pandemia me frenó un tiempo, pero ¡ya estoy de vuelta!”, sonríe Kesseler.

A lo largo de su carrera formó parte de múltiples obras, muchas de las cuales fueron emblemáticas para la empresa, como OCP en Ecuador, los ductos de Camisea en Perú y la planta hidroeléctrica Aguamilpa en México. Desde el principio, hizo distintas tareas vinculadas a la construcción, el precomisionado y el comisionado. Se trasladó por América Latina e incluso estuvo en Arabia, donde sus hijos hicieron parte del secundario.

Sobre los desafíos y particularidades de los proyectos explica: “Es como si actuáramos siempre con un libreto diferente y en un escenario distinto. La ingeniería no es la misma, el lugar no es el mismo, la gente no es la misma. Nos enfrentamos a lo nuevo, pero confiando en el equipo que nos acompaña”.

En esta entrevista Kesseler comparte detalles sobre su recorrido, brinda consejos para los jóvenes profesionales y destaca el rol de su familia.

¿Qué lo motivó a dedicarse a proyectos que implicaban tanto esfuerzo y mudanzas internacionales?

La persona que se dedica a la construcción va viajando por diferentes lugares y tiene un espíritu nómade. Tuve la suerte de que mi esposa se haya entusiasmado y me haya acompañado con mis hijos en cada etapa. Esto es fundamental, porque tener a tu familia al lado, también te da una conducta de vida. En Techint E&C me ayudaron con el tema de la organización familiar. Para mí, eso es lo que más valor tiene.

¿Sus hijos nacieron mientras usted realizaba las obras?

Tal cual. Martín nació cuando pusimos en marcha el Horno 4 en TenarisSiderca. Ahora él es ingeniero eléctrico y también trabaja en Techint. Sebastián llegó dos años y medio después y es médico cardiólogo. Un año más tarde nació Nadia, que es Licenciada en Ciencias Políticas y Relaciones Exteriores. Luego de muchos años, cuando vivíamos en Arabia Saudita, llegó nuestra hija menor, Denise, quien está haciendo la residencia de Cirugía en un hospital. Se esforzaron mucho y estoy muy orgulloso de ellos.

¿Trabajó junto a su hijo mayor para Techint E&C?

Sí. Yo estaba en Bolivia cuando me llamaron para ir a Perú a participar en una termoeléctrica cerca de Lima. Ya había colaborado en ese país, por lo cual conocía el mercado. Mi hijo era Superintendente Eléctrico y la experiencia de trabajar con él fue maravillosa, una de las más gratas que he tenido.

¿Cuál es la clave del éxito?

Para tener una vida feliz y cómoda hay que sentir pasión por lo que uno hace. Es como la pasión que se siente por un equipo de fútbol: esté primero o último en el campeonato, uno siempre lo va a apoyar. Techint logra que su gente trabaje de manera apasionada, tanto en Argentina como en el resto del mundo. Una vez me crucé en Arabia con un beduino que llevaba a un grupo de camellos desde su pick-up con la “T”, de Techint, grabada en la puerta. En Perú, para la gente era un orgullo tener la “T” impresa en su ropa.

¿Qué es lo que más valora de pasar una vida en obra?

Más que nada, nosotros, los constructores somos como los artistas. Tenemos ansias de crear y de ver realizada la obra que nos planteamos. Además, los proyectos en los que estuvimos y participamos nos quedan para el resto de la vida como nuestra propia obra.

¿Cuán importante es el compañerismo?

A lo largo de los años, me di cuenta de que realmente no lo podría haber logrado sin los amigos que hice. Los miembros del equipo se transforman en amistades. Conocí a muchas personas, tuve innumerables colegas y siempre trabajamos como grupo.

¿Qué le aconsejaría a un joven profesional?

Los chicos de hoy en día llegan más preparados que nosotros, pero lo fundamental es que sepan que Techint, por más grande que sea, es una empresa familiar. Te brinda apoyo en cada proyecto. Jamás va a asumir la postura de pagar un sueldo y desentenderse.

A un joven que recién empieza, le diría que esté cerca de su familia, mantenga una conducta de vida saludable y ponga el foco en la seguridad.

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