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Alberto Moscosa: “Un orgullo que dura para toda la vida”

Publicado 27.6.2022

Desde muy joven, cuando lideró el desarrollo comercial de la Central Eléctrica Pesquería, Alberto Moscosa decidió ligar su carrera como ingeniero a las obras y al trabajo en el terreno. Actualmente, enfrenta su mayor desafío a la fecha: la construcción de dos de las plantas de la refinería de Dos Bocas en México.

A la hora de hablar de los diferentes proyectos en los que estuvo involucrado durante su carrera en Techint E&C, Alberto Moscosa suele recurrir a la metáfora de los hijos. “Cada proyecto es como un hijo, supongo”, le gusta repetir a Alberto: diferentes entre sí, con desafíos y características propias, concebidos en circunstancias particulares. Algunos son más “obedientes y cumplidores”, otros son más “rebeldes”, pero con cada uno de ellos lo une un intenso cariño y orgullo que dura para toda la vida.

Con 27 años, Alberto se hizo cargo de la etapa de desarrollo de uno de los proyectos más emblemáticos que Techint E&C realizó en México: la Central Eléctrica Pesquería, que actualmente provee de energía a las empresas del Grupo Techint en el país. Fueron dos años y medio de crecimiento profesional, en el que estuvo a cargo del equipo que realizó la ingeniería conceptual y básica.

“Después de definir los equipos principales, le preparamos una oferta al Grupo, negociamos un contrato y finalmente firmamos un EPC de 500 millones de dólares,” recuerda. Hasta ese momento Alberto fue el responsable del proyecto. Pero cuando vino la etapa de ejecución tuvo que dar un paso al costado. “Yo no tenía ni la experiencia ni la madurez suficiente para liderar un proyecto de 500 millones de dólares,” reconoce. Sin embargo, siempre quedó muy apegado a Pesquería. “Fue como mi hijo: lo había parido y lo había cuidado durante sus primeros años.”

El aprendizaje en el terreno

Fue con la Central de Pesquería que Alberto se enamoró de la ejecución de proyectos. Y desde entonces hasta hoy siempre estuvo involucrado en la obra.

“Cuando uno sale a proyecto entiende muchas cosas,” dice Alberto. “Entiende en primer lugar, por qué hay tanta gente que elige dejar la comodidad de la oficina para hacer pie en la obra, y entiende eslóganes como ‘pasión por hacer’”. “Ahí todo cobra sentido,” agrega. Eso se debe a que, a diferencia de otros trabajos, la construcción de proyectos genera una sensación de realización muy concreta que no es tan frecuente en otras industrias. Un tipo de realización que muchas veces se materializa en el corto plazo, o en el mismo día. “Algo que tú pensaste un año atrás, lo ves ejecutándose. Una decisión que tomas hoy por la mañana en la tarde puedes ver recursos movilizados para llevar adelante esa decisión. En lo personal es terriblemente satisfactorio.”

Los desafíos de Norte III

Para el desarrollo de la central Norte III, ubicada en Ciudad Juárez, Chihuahua, hubo que sortear muchos obstáculos. A algunos de ellos Alberto los define como “tortuosos, verdaderos dolores de cabeza o casi traumáticos”. Para empezar, se trató de un proyecto iniciado por otra empresa, que se declaró en quiebra antes de completar el traspaso a Techint E&C. “Fue una montaña rusa durante seis meses donde en una semana el proyecto moría y revivía por lo menos dos veces,” recuerda.

Una vez concluida esta etapa, cuando el equipo habia puesto manos a la obra, surgió un inconveniente con un pre fabricador de tubería. Luego, durante la etapa de pruebas antes de la puesta en marcha, se quemó un tablero importante. Comprar uno nuevo implicaba detener las pruebas por 9 meses. “Con el grupo de ingeniería, el grupo de construcción y el grupo de puesta en marcha diseñamos nosotros un tablero, mandamos a comprar los equipos a Estados Unidos y en una semana, de la nada, hicimos un tablero nuevo”, recuerda hoy orgulloso.

Dos Bocas: jugar en las grandes ligas

La refinería de Dos Bocas es para Alberto uno de los principales desafíos de su carrera a la fecha. No sólo a nivel personal, sino para la compañía. Dentro de la refinería, Techint tiene a cargo ciertos procesos de refinación y un proceso de generación de energía, que es puntualmente el que Alberto tiene a cargo.

“Por lo menos en Norteamérica, la compañía jamás tuvo un contrato tan grande como el que tiene hoy en Dos Bocas.” “Es llegar a las grandes ligas”, afirma. “El que se dedica a la ingeniería y construcción siempre sueña con participar en un proyecto como Dos Bocas.” 

Pero eso también implica un gran reto. “No hay lugar para equivocarse. Esto es un proyecto para expertos y para profesionales. Técnicamente no representa algo que no hayamos hecho antes,” dice Alberto. El gran desafío de este proyecto, además de su envergadura, está en el plazo. “Además de ser desafiante el plazo constructivo, desafía los plazos de la ingeniería y de la compra de equipos.”

El gusto por la vida itinerante  

Junto con su esposa, Alberto ha vivido en Monterrey, Ciudad de México, Ciudad Juárez y ahora en Tabasco. Siempre lo tomaron como una aventura, como una fuente de emociones que les ha deparado muy buenas experiencias. “El estarse mudando constantemente ofrece la emoción de estar descubriendo algo nuevo cada cierto tiempo. Hay a quien le gusta, hay a quien no. A mí me gusta mucho,” dice. Si bien Alberto reconoce que hay lugares y ciudades que le agradan más que otros, después de varias mudanzas aprendió que uno está bien en donde sea mientras uno esté bien. “Si estás mal, aunque te manden hacer un ducto a París, vas a estar mal”, dice Alberto entre risas.

El orgullo de trabajar en Techint E&C

Alberto señala tres valores que lo hacen sentir orgulloso de formar parte de la compañía. El primero es el compromiso con su gente. “Cuando las cosas aprietan ya sea por una crisis mundial como la pandemia, la de 2008 o por una crisis particular, la empresa siempre hace esfuerzos para proteger a su gente,” dice. Y agrega: “Me gusta trabajar en una empresa que cuando la cosa va bien ayuda a la gente, pero cuando la cosa va mal también ayuda”. 

En segundo lugar, Alberto menciona el compromiso de Techint E&C con la integridad y sus valores. “Después de haber trabajado en la compañía 13 años y haber participado en muchas negociaciones de contratos, me da tranquilidad poder decir que trabajo en una organización íntegra y transparente,” dice.

Por último, menciona la fortaleza y el respaldo que implica formar parte del Grupo Techint. “El Grupo unido tiene una fuerza que ninguna otra empresa de Ingeniería y Construcción en Latinoamérica tiene, y eso es un gran diferencial”.

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