Conoce cómo se construyó la planta flotante, única en su tipo. Los desafíos, los obstáculos y un sueño hecho realidad para quienes fueron parte de esta historia.

¿Existen proyectos imposibles de realizar? La planta de extracción, producción y almacenamiento de petróleo, P-76, emplazada en el mar sobre un navío de 330 metros de longitud, es un claro ejemplo de que todo es posible.

El video “Ingeniería al rescate: P-76” retrata la historia de cómo se llevó adelante este proyecto, a través de imágenes imperdibles y el emotivo relato de algunos de los protagonistas.

Esta obra marca un hito en la historia de la ingeniería de Brasil: demandó 40 jornadas de carga y ensamblado, más de 780.000 horas de ingeniería y más de 20,7 millones de horas de construcción, alcanzando el 70% de utilización de mano de obra local. “Para mí, haber participado del proyecto P-76 fue algo único en mi vida”, dijo Edson dos Santos, Ingeniero de Sistemas.

Pedro Mellucci, Gerente de proyecto, recordó cómo fue el proceso de traslado y montaje de la grúa: “Demoró aproximadamente 40 días. Llegó en transporte marítimo. Más de 200 contenedores, que fueron todos premontados como piezas de Lego”.

Adicionalmente, un parque especialmente diseñado para montajes y ensamblajes complejos se estableció el obrador para la P-76, sobre una superficie de 200.000 metros cuadrados a orillas del mar. Los diferentes equipos asignados para construir cada módulo llevaron a cabo su tarea en simultáneo.

Wilson Rosa, Supervisor de Cañerías, explicó: “Los módulos fueron montados sobre un pedestal, pata de elefante, como se los conoce popularmente, los cuales viabilizaban la entrada de un coche con la línea de eje para acercar el módulo del rayo de izaje del barco y, a su vez, ser colocado sobre la embarcación”, relató.

El momento del ensamblaje y el izaje fue difícil porque se trata de una operación que va en contra de la ley de gravedad.

Andressa de Oliveira, Ingeniera de Administración Contractual, recordó: “Las otras personas que no estaban involucradas en el izaje salían de la oficina, del frente de trabajo, e iban a seguir el izaje de los módulos, porque era algo súper impactante de ver. Era, de hecho, el evento del día”.