Las ingenieras de Techint Ingeniería y Construcción Victoria Ferreiro, Mercedes Nakamura y Rosis Alejandra Torres son tres mujeres que construyen a diario desde roles claves. Con su trabajo motivan e inspiran a las nuevas generaciones a aprender, proyectarse y avanzar en la industria.

Innumerables mujeres trabajan, se forman, se desarrollan profesionalmente, avanzan y, muchas de ellas, logran ocupar posiciones de liderazgo en la industria de la ingeniería y la construcción. Victoria Ferreiro, Jefa en Diseño de Ofertas de Ingeniería; Mercedes Nakamura, Coordinadora de Ingeniería en Proyectos en Ejecución, y Rosis Alejandra Torres, Jefa de Diseño de Piping Neuquén, comparten su experiencia laboral en Techint E&C.

“¡Estuvo bueno ver en mis inicios que una mujer lo había logrado!”, destaca Victoria, ingeniera química que ingresó a la compañía en 2005 a través del programa de Jóvenes Profesionales (JP) . Haber tenido una excelente jefa mujer (Marcela Soto), al poco tiempo de entrar en la empresa, “me permitió ver una proyección a futuro”. Desde los inicios, Victoria se desempeñó en el área de Ingeniería de Procesos, donde pasó por todas las etapas de desarrollo profesional (junior, senior, hasta Líder de Especialidad). Recuerda como una de sus primeras experiencias el proyecto de Camisea (Perú), siendo parte de una “Task Force”, un grupo ubicado todo en el mismo piso del edificio Belgrano. Luego llegaron muchos proyectos, muy diferentes unos de otros, en los que “tuve la suerte de poder aprender mucho”. Desde 2019 está en el área de Ofertas de Ingeniería, “también con una Jefa mujer, Diana Balaguer, de quien aprendo un montón todos los días”, porque “la formación siempre sigue presente y es constante”.

Por su parte, Mercedes, ingeniera civil, comenzó su carrera en Techint E&C como JP en 2004, desempeñándose la mayor parte del tiempo en el departamento de diseño civil, en hormigón. Participó en proyectos de minería, líneas de transmisión eléctrica y oil & gas, tanto upstream, downstream en greenfield y revampings. Hace un año y medio atrás pasó a la gerencia de Proyectos en Ejecución, desde donde coordina los trabajos de ingeniería y actualmente colabora en la preparación de distintas ofertas. “La empresa ofrece muchas posibilidades y sectores a los cuales moverse. Hoy los que ingresan tienen más cerca el contacto con las jefaturas o con referentes, por ejemplo, a través del programa de tutorías donde pueden hablar con personas que tienen un mayor cargo. Esto les permite ver la experiencia, la proyección y que la empresa tiene posibilidades”, dice.

Tanto Mercedes como Victoria participaron de cursos de formación de líderes. “Uno siempre mira hacia arriba, esperando que el otro te dé, te provea, te incentive, te motive o te felicite. Cuando vas llegando a lugares de jefatura, tenés que brindarle a los que están a tu cargo aquello que vos hubieses esperado recibir. Darte cuenta de esto, es un quiebre. Son temas que uno tiene que visualizar cuando uno va creciendo en la organización”, sugiere Mercedes.

Victoria agrega: “Podemos empezar a cambiar la forma de manejarnos. Por ejemplo, dar feedback en el momento correcto para tomar acción y empezar a hacer las cosas de manera distinta e intercambiar opiniones. Es importante gestionar los recursos, no desde lo administrativo, sino desde lo personal”.

Por su parte, Alejandra confiesa que “trabajar en Techint es un sueño hecho realidad”. Ella es ingeniera mecánica especializada en piping. Nacida en Venezuela, llegó a Argentina en 2018, con ganas de progresar y la firme idea de sumarse al Grupo Techint, donde había hecho sus pasantías, 15 años atrás en su país, antes de la nacionalización de Sidor. Finalmente, al año de arribar a Argentina, logró incorporarse a la compañía, siendo una de las inauguradoras de la oficina de Neuquén, donde colaboró en el cierre de los proyectos de Fortín de Piedra, Los Toldos y Oldelval, entre otros.

CAMBIOS A LA VISTA

“Ser la única mujer en una reunión de 15 personas, me chocó la primera vez, la segunda, la tercera, y después ya fue habitual”, cuenta Victoria. Sin embargo, de a poco, fueron llegando los cambios. Por ejemplo, “En PowerFormer, nos encontramos en una mesa donde éramos todas mujeres jefas de especialidad”, destaca Mercedes recordando un proyecto de 2019 donde coincidieron trabajando con Victoria.

Alejandra comenta que al principio fue complejo liderar un equipo en el que eran todos hombres, pero con el tiempo logró desempeñarse con éxito. “En Techint hay gente maravillosa que se adapta súper bien, que respeta la cultura de la empresa, que nos respeta como mujeres, como líderes, nos tratan por igual, independientemente de nuestra forma de ser, de vestir, de hablar y de la nacionalidad. Puedo sentir esa cultura bastante arraigada”, asegura. Y agrega: “Valoro muchísimo tener una gerenta mujer (Diana Dulsan). Ver cómo ella ha podido crecer dentro de la empresa es una inspiración”, afirma.

IGUAL, PERO DIFERENTE

Otro desafío que debió superar Alejandra fue el lingüístico. “Los modismos y las palabras que se usan en Argentina, a veces, son distintas a las que venía acostumbrada. Por ejemplo, en Venezuela hablamos de ‘tuberías y tubos’, mientras que aquí se habla de ‘caños y cañerías’. Como esas palabras, muchas otras”, recuerda. Esto representó un verdadero reto para ella. “A veces sentía miedo, pena, vergüenza de decir las cosas como las quería decir y me cohibía, hasta que llegó el momento en que dije: ‘no, pues, el lenguaje de la ingeniería es universal, y me puedo dar a entender igual’. Recién ahí comencé a soltarme y hoy esos temas pasaron a la historia”, relata Alejandra.

CONSEJOS PARA LAS NUEVAS GENERACIONES

Mercedes recomienda “no quedarse en la queja y pasar a la acción”. Y enfatiza: “Convertí tu observación negativa, en algo que se vuelva positivo para vos y para los que están al lado, para los demás. Todos tenemos que ir cambiando, corrigiendo cosas y seguir creciendo”.

En tanto, Victoria considera que “es importante tomar las riendas de tu propio desarrollo” y en el caso de que uno sienta que la responsabilidad que tiene no es suficiente, “hay que animarse a pedir más”. “Si uno nota que el área en la que está o el tipo de proyecto no es el que más le gusta, es importante poder pedir un cambio. Probablemente, no se va a resolver inmediatamente, pero con algo de paciencia seguramente lo tengan en cuenta para el próximo proyecto”, aconseja la ingeniera. 

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