Lily Núñez Letelier es la primera operadora mujer de equipos del Proyecto Suministro Agua Desalada Distrito Norte (SADDN), en Chile. “Mi experiencia es una buena opción para quien no pudo hacer una carrera, pero que sí puede hacer un curso y formarse en un oficio".

Lily Núñez estudió la carrera de Trabajo Social en Antofagasta, Chile, como su madre, porque pensó que por ahí estaba su vocación. A medida que iba avanzando en sus estudios, sentía que esa profesión no le resultaba tan apasionante como lo había pensado, por lo que decidió no ejercerla. Estaba sin trabajo, con un hijo de casi dos años y fue su marido quien la anotó en un curso de maquinaria pesada, en el Centro de Entrenamiento Industrial y Minero (CEIM). Lo primero fue la sorpresa y las risas, porque era algo que a ella jamás se le hubiera ocurrido, pero se atrevió a dar el paso. “Era algo que nunca me había llamado la atención, pero como quedé seleccionada, fui a ver de qué se trataba. Y fue ahí que empecé a sorprenderme, porque cuanto más avanzaban las clases, más me gustaba, les ponía pasión a los estudios y cumplía con todo. Después de la teoría, vino la práctica. Y cuando salí al terreno, me terminé de dar cuenta de que era lo mío, e hice el curso intensivo que venía con licencia de conducir. Aprendí también mucho de mecánica”, destaca.

Estrenando la camiseta Techint E&C

Oriunda de Tocopilla, ingresó a Techint E&C en agosto de 2023, cuando la empresa hizo su reclutamiento en la zona. Primero, los vecinos conocieron el proyecto y los requerimientos de personal en una feria que se organizó en la plaza del centro, a la que ella no pudo asistir porque tenía una actividad planificada con su hijo. Pero le contaron cómo poder aplicar a la oferta de trabajo a través de la web, y así fue que consiguió su entrevista. “Tuve que hacer varios cursos online, algunos exámenes, testeos ocupacionales y todo se fue dando bien. Finalmente, vine a certificar y quedé seleccionada para empezar a trabajar. Estaba súper nerviosa, porque si bien ya tenía 5 años de experiencia -terminé el curso en 2019 y desde ahí estuve tres años en una planta fotovoltaica y luego en el puerto de Tocopilla-, nunca había estado en una desaladora. Así que comencé a aprender todo y hasta ahora mi experiencia fue excelente, con colegas que tienen muchos años en la compañía, que me ayudaron e integraron un montón, súper respetuosos. Soy la única mujer en mis funciones. Hay otras tres conductoras de vehículos, pero no colegas mías. Jamás sentí nada diferente por ser mujer”, asegura.

Súbeme la radio: en la frecuencia 2, ¡siempre lista!

Actualmente, Lily Núñez Letelier opera en el proyecto la retroexcavadora y circula con su radio, atenta para escuchar cuáles son las necesidades del momento. “Realizo zanjas con la retroexcavadora, hago postes para estacionamientos, nivelo terrenos, relleno zanjas y muros de contención, entre otras cosas. Todo lo desempeño a través de la comunicación radial, me encuentran en la frecuencia 2 y me avisan qué es lo que necesitan. Luego de un determinado requerimiento, una escolta me traslada con mi maquinaria hacia el lugar en el que debo ejercer mis labores operacionales, porque la seguridad es súper importante y siempre nos movemos con escolta, respetando normas muy específicas de circulación para evitar accidentes”, indica.

Madre, esposa, trabajadora, mujer…

“A la sociedad le cuesta mucho todavía entender varias cuestiones relacionadas con el género y acompañar todos los roles que tiene la mujer”, comenta Lily.  Para ella no fue, es, ni será fácil, porque ha tenido una puja constante entre las horas destinadas al trabajo y el tiempo dedicado al cuidado de la familia y el equilibrio fue muy difícil de conseguir. En su caso, fue fundamental el apoyo familiar. “Siempre tuve un besito de despedida con buenos deseos y eso era crucial. Desde el comienzo mi marido y mi mamá me alentaron y me ayudaron mucho con mi hijo. Y toda mi familia me apoyó; mi tío con sus consejos, porque también está en el rubro de la maquinaria y mi abuelo con su pecho inflado de orgullo de tener una nieta que trabaja operando máquinas, porque es fanático de los autos y las camionetas. Este acompañamiento resultó fundamental y me animaba al pensar que todo este esfuerzo era por y para mi hijo, para que tenga un mejor porvenir”, comenta.

Aprender más y seguir creciendo

A pesar de todos los sacrificios realizados, Lily está muy agradecida y feliz por todo su aprendizaje y recorrido profesional. No duda en animar a otras mujeres que estén en una situación parecida, queriendo arrancar de nuevo luego de ser madres. “Que se atrevan a trabajar en lo que les gusta, que es algo muy bueno para su crecimiento tanto profesional como personal. Hoy trabajo con personas de diferentes regiones de Chile, mexicanos, argentinos, brasileños, y todo eso enriquece. Mi experiencia es una buena opción para quien no pudo hacer una carrera, pero que sí puede hacer un curso y formarse en un oficio. A futuro, me gustaría trabajar en una minera grande, poder operar maquinarias de otras dimensiones, como camiones de alto tonelaje. Para eso hay que seguir y seguir estudiando y aprendiendo. ¡Siempre apunto a ir por más!”, destaca.

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