Alberto Molinero es Power Plants Director en la sede de Sevilla, España. En esta nota cuenta cómo un viaje de dos semanas a la Argentina cambió el rumbo de su carrera y de su vida.

“Cuando eran jóvenes, mis padres se mudaron a Madrid y allí nacimos mi hermana y yo”, comienza compartiendo Alberto Molinero, Power Plants Director de la oficina de Techint Ingeniería y Construcción en Sevilla, España.

Alberto estudió Ingeniería Industrial en ICAI, Universidad Pontificia de Comillas. Aunque inicialmente eligió la carrera siguiendo los pasos de su hermana, que también es ingeniera y actualmente vive en Egipto, descubrió un potencial en las energías renovables que le cambiaría el rumbo a su carrera.

“Primero hice ingeniería técnica, donde desarrollé un proyecto eólico, y luego me pasé a la ingeniería superior, donde trabajé en uno solar. O sea, que ya desde la facultad estaba muy metido en el tema de energías renovables”, comenta Molinero.

Tras graduarse, le surgió una oportunidad laboral en Abengoa, en Sevilla, muy cerca de Cádiz, ciudad portuaria donde se habían mudado sus padres. Trabajó 10 años en el área de Desarrollo de Negocios, donde conoció a su esposa Amanda, y pudo recorrer más de 25 países: Polonia, Ucrania, Rusia, Grecia, Canadá, Estados Unidos, México, Chile y Colombia, entre muchos otros. “Eso me potenció la faceta técnica, por supuesto, pero también la comercial”.

Lo que Alberto no imaginaba es que su vida daría un giro inesperado cuando Techint E&C contactó a Abengoa para colaborar en un proyecto de una central térmica en Argentina. Estuvo dos semanas en el país, trabajando con un equipo liderado por Quique Schvartz y Miguel Votta, a quienes define como “gente histórica de un seniority brutal”.

Al volver a España, recibió un llamado para ver si estaba interesado en sumarse a la compañía. “Tenía muchas dudas, pero fue mi esposa la que me convenció de que era una buena oportunidad para crecer”, dice Alberto. Así, en 2017 se mudaron a Buenos Aires, enfrentando desafíos culturales y personales, pero con una firme determinación que lo ayudó a adaptarse y prosperar. “A pesar de la incertidumbre, me cambió la vida y me dio una experiencia que valoro enormemente”, afirma.

“El lema ‘pasión por hacer’ creo que por lo menos a mí me encaja perfecto y me encanta. Estoy enamorado de mi empresa y me siento muy valorado”, indica Alberto.

No solo creció profesionalmente, sino también desde lo personal. “Creo que ahora soy una persona muchísimo más completa y gran parte de eso es por haber aceptado el reto de haberme ido”, confiesa. Allí, descubrió la riqueza natural y humana del país: “Argentina es un diamante en bruto. Tiene la belleza y tiene el potencial”, afirma.

Pandemia y regreso

En 2020, la pandemia del COVID-19 adelantó su regreso a España, aunque no fue un cambio drástico para él. “En enero de 2019, desde Ingeniería con Pedro Napoletano, Chief Engineering Officer, habíamos creado la sede de Sevilla y yo viajaba periódicamente porque todo mi equipo estaba trabajando allí”, señala.

Actualmente, el equipo de Ingeniería de Sevilla tiene 11 integrantes, todos expertos en energías renovables y convencionales, pero esa es una historia que merece ser contada aparte.

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